En un contexto de tensiones políticas, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha hecho un llamado a la calma y al diálogo constructivo respecto a la controvertida reforma judicial propuesta por el gobierno actual. En una serie de declaraciones, Salazar ha enfatizado la importancia de mantener un ambiente de colaboración y respeto mutuo entre las naciones.
“No nos peleemos”, ha declarado el embajador, sugiriendo que las diferencias de opinión no deben ser motivo de ruptura sino de encuentro entre socios que dialogan como iguales. Esta postura busca fomentar un espacio de discusión abierto y respetuoso, donde se puedan explorar diversas opciones y perspectivas.
La reforma judicial, que ha generado un amplio debate tanto a nivel nacional como internacional, plantea cambios significativos en el sistema de justicia mexicano. Salazar ha aclarado que en Estados Unidos ningún juez federal se elige por voto popular, y ha manifestado que nunca ha apoyado la elección directa de jueces y magistrados.
La intervención del embajador ha sido calificada por algunos sectores como una muestra de la sólida relación diplomática entre México y Estados Unidos, mientras que otros la han visto como una injerencia en asuntos internos. Sin embargo, Salazar ha reiterado que sus preocupaciones se expresaron “en espíritu de colaboración” y no como un intento de influir en la política interna de México.
El diálogo sobre la reforma judicial continúa siendo un tema de gran relevancia, y las palabras de Ken Salazar resuenan como un recordatorio de la importancia de buscar consensos y soluciones conjuntas en beneficio de ambas naciones.