Russell Manzo (Tapachula, Chiapas; 1989) es Licenciado en Lengua Inglesa por la Universidad Veracruzana. Ha colaborado en libros como: Soberbia (Benma, 2015), Viaje a la oscuridad (Lengua de Diablo, 2015), Afectos y disidencias sexuales: jota-cola-maricona en Abya Yala (Mandrágora Editorial, 2018), Interfaz: Antología 2014-2018 (Editorial Círculo de Poesía, 2018). Fue becario del Festival Interfaz ISSSTE-Cultura “Los signos de rotación” Oaxaca (2015). Actualmente, se en proceso de titularse de la Maestría en Ciencias Sociales y Humanísticas en la Línea de Discursos Literarios en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA/UNICACH), beneficiario Conacyt.
1.- ¿Desde cuándo escribes y cómo fueron tus inicios?
De hecho… me gusta emplear la palabra “atreverse”, porque gracias a un café literario por parte de la Universidad Veracruzana en Xalapa, Veracruz, me atreví a escribir un cuento sobre disidencias sexuales, y dar lectura en voz alta enfrente de un público. Este impulso viene desde el momento en que un maestro de la mencionada universidad me comentó que jamás sería capaz de escribir, pues no tenía “madera” para hacerlo. Además, recuerdo mucho ese momento porque me acompañaba mi madre, y sólo contábamos con 20 pesos para asistir (era un café público); a lo que con gran entusiasmo me dijo: “vamos, sé que eres un chingón”. De ahí se vinieron coloquios literarios por parte de otras universidades como la UNAM, y publicaciones de cuentos en revistas como Círculo de poesía (2014), Hysteria (2015), Vómito de letras (2015), Rojo Siena (2016). También ser antologizado en libros como Viaje a la oscuridad (Editorial Lengua de Diablo, 2015), Afectos y disidencias sexuales jota-cola-mariconas en Abya Yala (Mandrágora Editorial, 2018), Interfaz: Antología 2014-2018 (Editorial Círculo de Poesía, 2019), Aún queda en la noche. Antología del VII encuentro nacional de Escritores Jóvenes Jesús Gardea (Sangre Ediciones/Secretaría de Cultura, 2019), etc.
2.- ¿Cuál fue tu trabajo de titulación como Licenciado en Lengua Inglesa por la Universidad Veracruzana?
Mi tesis de licenciatura se titula “A mundane beastlike creature: A vision of homoeroticism and the notion of chacal in Harold Brodkey´s Profane Friendship. Se encuentra en el archivo CAMeNA: Gregorio y Marta Selser de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México desde el 2013.
3.- ¿Cuáles son tus autores favoritos en lengua inglesa?
Harold Brodkey, Walt Whitman, William Golding, Edward M. Forster, por mencionar algunos.
4.- ¿Qué géneros literarios practicas?
Cuento, novela, y hace poco empecé a escribir poesía.
5.- ¿En qué género literario o disciplina te gustaría incursionar?
Poesía.
6.- ¿Sobre qué versan tu libro La curiosidad mató al macho?
La curiosidad mató al macho (Editorial Surdavoz, 2018) es un libro de cuentos sobre “chacales”, contextualizados en Chiapas. Para aclarar el término, la palabra chacal proviene del náhuatl “chacatl”, que refiere a una especie de camarón en forma de escorpión (Macrobrachium tenellum), que vive debajo de las piedras cercanas a los ríos y esteros, en la oscuridad total. Su feroz apariencia y su comestibilidad connotan una salvaje sensualidad visual. Un chacal, en el ámbito gay refiere a un joven proletario (de clase baja o media), que encarna al erotismo de las diferentes masculinidades, de acuerdo con Monsiváis. Es la seducción que desafía a la norma de una sociedad intolerante a los canones de belleza periféricas y que participan en el contacto con otros hombres de forma social, erótica o sexual. El libro consta de tres apartados: 1) “Chacal-tianguis”, 2) “Entre más corriente más ambiente”, y 3) “Con puñal en la mano”. La intención del libro es mostrar la forma de aproximación e intensidad en la que estas relaciones homosociales se van forjando, por ello, decidí dividirlo en tres apartados donde en el primero se verán las relaciones en forma de flirteo o coqueteo, donde las miradas chocan y se conectan; el segundo apartado va en torno a los temas de erotismo y amor, donde se crea un vínculo más allá de una mera amistad; y el tercero refiere a lo nocivo y tormentoso que pueden llegar a ser esas relaciones efímeras o no. El libro en su totalidad trata de enaltecer esa figura del chacal, sin fin de estigmatizar, pues el chacal es una figura que representa también al deseo, a un amor que a veces yace en las sombras de una sociedad heteronormada. Enaltece a esos otros cuerpos y pieles excluidos capaces de amar, odiar, seducir y violentar.
7.- ¿Cuáles son tus narrador@s mexicanos contemporáneos favorit@s y por qué?
Me gusta demasiado Luis Panini; por algo quise trabajarlo en mi tesis de maestría. La forma tan sutil para entretejer historias tan sencillas, y llevarlas a personajes tan complejos me parece un trabajo hasta matemático. Su forma de fijarse en detalles como sólo lo hace una persona obsesiva es sublime. Otro autor que se le asemeja es Tryno Maldonado, quien en sus novelas relata de forma avasalladora historias trágicas de sociedades enteras o guerras intrapersonales como en Teoría de las Catástrofes (2014).
8.- ¿Ya te titulaste de la Maestría en Ciencias Sociales y Humanísticas en la Línea de Discursos Literarios en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica? ¿Qué investigación realizaste o en qué parte del proceso estás?
Ando justo en trámites de titulación, y espero a finales de agosto o principios de septiembre defender mi trabajo. De verdad me emociona presentarlo porque ha sido un proceso difícil y de crecimiento personal muy enriquecedor, desde el fallecimiento de mi madre en octubre del 2021. El título de mi tesis es “El cuerpo como límite: mirada y seducción en las novelas El uranista de Luis Panini y Pasión y muerte del cura Deusto de Augusto D’halmar”, donde trabajo desde las vertientes de la filosofía y el psicoanálisis con autores como Jean Baudrillard y Juan David Nasio; obviamente, justificándolo desde la literatura. Hablo del cuerpo, desde la noción del yo, y su interés en torno a otros cuerpos del deseo, y diferentes rostros que hacen liberar al goce. Lo más interesante es que ambas obras latinoamericanas (la de Panini publicada en el 2014 y la de D’halmar en 1924) fluyen en el deseo de dos hombres mayores hacia púberes con los que se relacionan de manera afectiva, nunca sexual ni sensual, y cómo la mirada es el pilar para que estos personajes queden fascinados antes ciertas imágenes erógenas totalitarias y fragmentadas: un rostro, unos ojos, una nariz, un vello púbico, unas costillas, un pecho, unas tetillas frágiles, etc.
9.- ¿Cómo fue tu paso por la Universidad Veracruzana?
Fue muy liberador, pues ahí conocí a personas que hasta el día de hoy considero mi segunda familia. Gracias a las tierras veracruzanas pude descubrir y despertar una parte de mí que desconocía. Me ayudó a armarme de valor para enfrentar miedos que llevaba cargando desde mi niñez, y aceptarme como gay y escritor amateur.
10.- ¿Cuál es tu idea personal del cuento?
Me encanta escribir cuentos, ya que es una forma de poder expresar coloquialmente un suceso. Siento que últimamente al cuento no se le da la difusión necesaria, y muchas personas se van por el camino de la novela o la poesía (las cuales me encantan); sin embargo, debemos seguir cultivando en las próximas generaciones el valor del cuento como herramienta literaria, y como incentivo personal para desarrollar las capacidades motrices e intelectuales.
11.- Cuéntanos cómo fue tu experiencia en el Festival Interfaz “Los signos en rotación”.
Fue una noticia muy impactante para mí, pues tuve la oportunidad de relacionarme con otras y otros colegas escritores que apenas empezaban a permearse de este mundo. Fue una beca que obtuve en el 2015, gracias al Festival Interfaz ISSSTE-Cultura Oaxaca, donde pude conocer a grandes escritores como Mario Bojórquez, Jaime Mesa, Gustavo Osorio de Ita, Álvaro Solís, quienes me ayudaron a pulir mis textos en forma detallada. El festival se llevó a cabo en el Centro Cultural San Pablo en Oaxaca.
12.- ¿Qué estás leyendo en estos momentos?
Ahora tengo tiempo suficiente para leer otras cosas, más allá de los temas de mi tesis. Ahora me encuentro leyendo el libro Hacerse hombres cabales. Masculinidad entre Tojobales. (2018) del doctor e investigador Martín de la Cruz López Moya, y releyendo El lugar sin límites (1966) del gran chileno José Donoso.
13.- ¿Tienes hábitos o rituales particulares al momento de escribir?
Silencio total. Soy una persona que disfruta la compañía, pero también disfruto de la soledad. Nada mejor que un buen lugar fresco, un café o una cerveza, y un mutismo rodeando la atmósfera para dar pie a una buena lectura. La crítica al libro vendrá después.
14.- ¿A que grandes escritores de la Historia admiras y por qué?
Gracias a Lorca y Whitman quienes me inspiraron a escribir sobre el dolor y el amor. Recuerdo la primera vez que leí a Whitman, fue a mi llegada a Xalapa, y una versión renovada de Canto a mí mismo acompañaba mis tardes porque no tenía otra forma de diversión, ni amigos.
15.- ¿Cuáles son tus planes y proyectos para el resto del año?
Hace poco me notificaron que obtuve la beca del PECDA Chiapas 2023, en la disciplina de Literatura con el proyecto “Cuerpos mampos: Los otros cuerpos del deseo en el sur”. En este cuento enuncio al cuerpo de un personaje en particular que rompe con el constructo ideológico, cultural y estético que la sociedad heteronormada, incluso, la sociedad LGBT+, ha fomentado en el estado de Chiapas. La palabra mampo refiere a una persona homosexual de forma despectiva. También, refiere a una persona homosexual cuya expresión corporal asemeja a la de una mujer femenina en forma y estilo. Sin embargo, mi propuesta cuentista se basa en mostrar otra lectura de esos otros cuerpos, que hablan desde la interioridad del ser, permeado por varias subjetividades: el cuerpo mampo. Aquel cuerpo que es otra vía para expresarse y exponerse dentro de una sociedad hegemónica de desigualdad, donde no se identifica como trans o no binario, pues se siente excluido por ese imaginario centrista y colonial.