En el corazón de la península de Yucatán, oculta por siglos bajo la espesa selva, se alza una ciudad que promete reescribir la historia de la civilización maya: Ichkabal. Esta antigua metrópoli, vecina del encantador Pueblo Mágico de Bacalar, está a punto de abrir sus puertas al público, ofreciendo una ventana única al esplendor y misterio de una de las culturas más fascinantes de Mesoamérica.
Ichkabal, cuyo nombre significa “entre bajos” en maya, fue descubierta en 1995 y desde entonces ha cautivado la imaginación de arqueólogos y aficionados a la historia por igual. Se trata de uno de los primeros centros políticos de la cultura maya, con estructuras que superan en tamaño a las famosas pirámides de Chichen Itzá.
Con un área de 30 kilómetros cuadrados y edificaciones que se elevan más de 40 metros de altura, Ichkabal no solo es una de las zonas arqueológicas más grandes en pie, sino también uno de los vestigios más antiguos de la cultura maya, ocupada desde el Preclásico tardío (400 a.C. a 200 d.C.) hasta cerca del 1500 d.C. La arquitectura monumental de la ciudad data principalmente entre el 350 a.C. y el 50 a.C., lo que indica su importancia en el desarrollo temprano de la civilización maya.
La plaza principal de Ichkabal, que se extiende a lo largo de 300 metros, fue en su apogeo un importante centro político y cultural, albergando templos, pirámides y sistemas hidráulicos avanzados, como una cisterna recientemente descubierta, utilizada para almacenar agua y maíz. Lo que distingue a Ichkabal son sus imponentes edificaciones, que, aunque han perdido su fachada original, siguen siendo un testimonio de la grandeza maya.
La apertura de Ichkabal al público general está programada para septiembre de este año, y se espera que se convierta en uno de los sitios arqueológicos más visitados del país. Su conexión con el Tren Maya y su proximidad a Mahahual, un popular puerto de cruceros, prometen hacer de Ichkabal un destino turístico de primer nivel.
Este gigante dormido de la historia maya no solo ofrece una oportunidad para admirar su arquitectura y aprender sobre su cultura, sino que también invita a reflexionar sobre el legado y la resiliencia de una civilización que sigue asombrando al mundo. Ichkabal está listo para contar su historia, ¿estás listo para escucharla?