En un giro sorpresivo y significativo en las relaciones internacionales de América Latina, México ha roto relaciones diplomáticas con Ecuador. Este acontecimiento se produce tras un incidente en la embajada mexicana en Quito, donde la policía ecuatoriana realizó una “brutal irrupción”. La tensión escaló rápidamente después de que la policía detuviera al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo en la embajada mexicana.
En consultas con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y ante la flagrante y grave violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, en particular, del principio de inviolabilidad de los locales y del personal diplomático mexicano, y las normas básicas de convivencia internacional, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador.
Canciller Alicia Bárcena Ibarra.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, instruyó a la Secretaría de Relaciones Exteriores a declarar suspendidas las relaciones con Ecuador, citando una “flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas” y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador. La canciller mexicana, Alicia Bárcena, anunció el rompimiento inmediato de relaciones diplomáticas y expresó que México demandará ante la Corte Internacional de Justicia por las violaciones al Derecho Internacional cometidas por Ecuador.
Este incidente no solo afecta a los dos países involucrados, sino que también plantea preguntas más amplias sobre la seguridad y la inviolabilidad de las misiones diplomáticas, un principio fundamental en las relaciones internacionales. Además, pone de relieve la importancia del asilo político y cómo su manejo puede tener repercusiones diplomáticas significativas.
México ha condenado enérgicamente los actos de violencia ejercidos contra su personal diplomático y ha exigido una investigación exhaustiva del ataque perpetrado. Asimismo, ha reiterado su compromiso en la lucha contra la violencia en todas sus formas y ha anunciado que todo el personal diplomático en Ecuador regresará inmediatamente a territorio nacional, esperando contar con las garantías necesarias para su salida.
Este suceso subraya la complejidad y la delicadeza de las relaciones diplomáticas y cómo acciones específicas pueden tener consecuencias de largo alcance. Seguiremos atentos a cómo se desarrollan estos eventos y las implicaciones que tendrán en el futuro de las relaciones internacionales en la región.