Los científicos han explicado por qué mucha gente suele tener las manos frías a pesar de que estén teniendo calor. Tanto así que se ha acuñado un dicho que dice “Manos, frías, corazón caliente”, para referirse a esa gente que puede tener las manos frías, pero estar hirviendo de pasión por dentro.
Pero fuera del lenguaje popular, las manos frías podrían ser señal de un problema relacionado con la circulación de la sangre. Cuando la temperatura de las manos está por debajo de los 36 grados, que es la media para nuestro cuerpo, puede tratarse de un problema serio.
Se trata del Síndrome de Raynaud, alteración cuyo síntoma principal es una pigmentación baja de las yemas de los dedos de manos y pies, así como en otras partes del cuerpo, la cual es producida debido a que los vasos sanguíneos se estrechan y obstaculizan la circulación de la sangre, de modo que no alcanza a llegar la sangre caliente a los extremos del cuerpo.
Ese síndrome está asociado a la artritis reumatoide, el lupus y la diabetes.
Aunque también el estrés, dormir poco y el frío pueden ser causas de manos frías. Pues cuando nos encontramos en estado estresado los vasos se constriñen de igual modo, bajando la temperatura del cuerpo que se regulariza cuando el estrés cesa. La temperatura del cuerpo baja también cuando dejamos de dormir, por lo que hay que dormir bien. Y cuidarse también del frío que también afecta los vasos sanguíneos y hace que manos, pies y narices sean los primeros enfriados, lo que comúnmente produce ese resfriado típico de los niños que llegan a casa con los zapatos y los pies mojados, tras pisar inevitablemente charcos de lluvia, y no llegar a secarse los pies y ponerse nuevos calcetines, de preferencia de algodón, y un calzado seco. También, por ello, cuando iremos de viaje a países fríos o llega una onda polar y gélida a nuestra ciudad, es importante usar guantes de algodón para mantener las manos calientes. Existen algunos que tienen agujeros en las yemas en los dedos, que son prácticos para manipular aparatos con sistema touch.
Si tienes las manos frías con mucha frecuencia, tal vez sea necesario que acudas al médico para que descarte un posible síndrome de Raynaud y descarte del mismo modo las enfermedades peligrosas que se asocian a él.
No hay que asustarse: el síndrome de Raynaud es raro. Lo más típico en nuestros tiempos de padecer constantemente manos frías de manera recurrente es la diabetes, ya que, como explica, el sitio Making Diabetes Easyer: “De hecho, la sensación de pies y manos frías es habitual en las personas con diabetes. Se debe a que el cuerpo metaboliza la glucosa para combatir el frío. Eso nos lleva a uno de los mayores peligros de frío: las hipoglucemias. Al combatir nuestro cuerpo las bajas temperaturas utilizando glucosa, es más probable que nuestros niveles bajen, si estamos expuestos a bajas temperaturas.”
Así que a poner atención y cuidarnos.