Según algunos portales de salud como Vía orgánica, Salud facilísimo y Artesanal terapéutico, el sustituto de azúcar conocido comercialmente como Splenda, sería un clorocarbón con parentesco con pesticidas, insecticidas, biocidas y desinfectantes letales como el DDT. Se llega incluso a afirmar que incluso tiene relación con elgas venenoso diclorourea usado en la Primera Guerra Mundial, según informó haces seis años el portal SDP Noticias.
Splenda es un sustituto de azúcar obtenido a través de la combinación química de hidroxilo, hidrógeno y oxígeno. Se trata de una sucralosa, que tiene algunas propiedades físicas del azúcar natural, sin serlo.
Eecientes investigaciones habrían puesto de manifiesto que este endulcorante artificial tiene efectos negativos en la salud. Un estudio publicado en el International journal of cccupational and environmental healthhabría encontrado que la totalidad de la los ratones de un experimento que fueron sometidos a alimentación con Splenda desarrollaron leucemia y otros tipos de cáncer en la sangre.
Debido a lo anterior el Centro para la Ciencia de Interés Público de Estados Unidos emitió la recomendación a la población de no consumir este endulcorante y preferir mejor el azúcar natural. Sin embargo, queda la pregunta de qué harán los diabéticos para endulzar sus alimentos. Ante esto, la Organización Mundial de la Salud ha sido enfática en que en caso de que no se pueda ingerir azúcar natural es mejor no ingerir nada.
Otros males asociados al consumo de Slpenda que se han puesto de relieve en otros medios de otros países son: encogimiento hasta del 40% de glándulas del timo, agrandamiento de hígado y riñones, cambios anormales del bazo, reducción del crecimiento, mineralización de la pelvis, disminución de los glóbulos rojos, hiperplasia de la pelvis, abortos, colitis, migrañas y aumento de glucosilación de la hemoglobina en diabéticos.
James Bowem, médico bioquímico, afirmó que “Los clorocarbonos dañan los hepatocitos, las células del metabolismo del hígado, y las destruyen. En animales de laboratorio el Splenda produjo hígados inflamados, al igual que todos los venenos clorocarbonados, y también calcificaron los riñones de animales de laboratorio en estudios de toxicidad.”
Por otro lado, apenas el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva directriz sobre los endulcorantes, a través de la cual desaconsejó su uso para intentar controlar el peso o el riesgo de enfermedades. Ésta se basa en una una revisión sistemática de la evidencia disponible, la cual sugiere que el uso de edulcorantes no azúcar no aporta ningún beneficio a largo plazo en la reducción de la grasa corporal en adultos o niños. También se indica que los resultados sugieren que, como efectos secundarios a largo plazo, están la diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos.
“La sustitución de azúcares libres por edulcorantes no ayuda a controlar el peso a largo plazo. Las personas deben considerar otras formas de reducir la ingesta de azúcares libres, como consumir alimentos con azúcares naturales, como la fruta, o alimentos y bebidas no azucarados”, afirmó Francesco Branca, Director de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS. Y agregó: “Los edulcorantes sin azúcar no son factores dietéticos esenciales y carecen de valor nutricional. Las personas deberían reducir totalmente el dulzor de la dieta, desde una edad temprana, para mejorar su salud”.
Por tanto, aunque el CEO de Splenda contestó en su página oficial una respuesta que pretende desmentir estas afirmaciones de la OMS, ante el desacuerdo, y los múltiples señalamientos de diversos especialistas de diversa procedimiento, lo más sensato es no usarla. No pasa nada si el ser humano no consume azúcar en forma de grano, pues el azúcar necesario para la vida diaria ya lo obtiene el ser humano de los alimentos rutinarios. En todo caso, pueden agregarse algunas frutas al día, lo cual por otra parte tiene otros beneficios nutricionales.